Los principales retos en relación con el clima que preocupan a la sociedad civil y las comunidades son los eventos climáticos extremos.
En nuestro país, Colombia, estos eventos han generado diferentes amenazas para la población y sus medios de subsistencia. El aumento de lluvias detona en la región Andina Colombiana deslizamientos y en los valles interandinos inundaciones y avalanchas, con pérdidas de vidas humanas, infraestructura, cultivos y en general los medios de subsistencia. La reducción de lluvias por su parte se traduce en reducciones de la humedad del suelo y los caudales de los ríos, lo cual conlleva al incremento de incendios, pérdidas de cultivos y afectación en la generación hidroeléctrica.
Si bien estos fenómenos están asociados con el fenómeno ENSO- El Niño, se ha evidenciado el aumento de los eventos extremos, no sólo durante la ocurrencia de este fenómeno sino en años neutros. Durante la Niña del 2010-2011 se registraron incrementos en la lluvia que llevaron a la declaración de emergencia a nivel nacional por los desastres a nivel nacional; mientras que en el Niño 2015-2016 la reducción en las lluvias generó niveles de alerta en todos los sectores productivos. Actualmente, se tiene un incremento de las lluvias que ha provocado desastres en diferntes ciudades entre ellas Manizales; el día 18 de abril se registraron 156 mm en 5 horas, intensidad nunca antes registrada en la ciudad, donde el promedio anual asciende a 2000 mm. El día 19 de abril se registraron 90 mm en sólo 4 horas y se esperan lluvias de gran intensidad para los siguientes dos días. Si bien, la ciudad es una de las más preparadas en materia de riesgo a nivel nacional, las condiciones de los suelos con origen en cenizas volcánicas y sus fuertes pendientes aumentan la vulnerabilidad. Lamentablemente, las mayores afectaciones se dan en las poblaciones más vulnerables que hacen que se configuren los riesgos de desastres.
Es importante destacar el trabajo organizado y la planeación para atender la emergencia en Manizales, producto de un sistema de gestión de riesgos maduro; no obstante es necesario seguir avanzado en los sistemas de alerta temprana.
CLIMATE - 1st Discussion Feb - Apr 2017
Los principales retos en relación con el clima que preocupan a la sociedad civil y las comunidades son los eventos climáticos extremos.
En nuestro país, Colombia, estos eventos han generado diferentes amenazas para la población y sus medios de subsistencia. El aumento de lluvias detona en la región Andina Colombiana deslizamientos y en los valles interandinos inundaciones y avalanchas, con pérdidas de vidas humanas, infraestructura, cultivos y en general los medios de subsistencia. La reducción de lluvias por su parte se traduce en reducciones de la humedad del suelo y los caudales de los ríos, lo cual conlleva al incremento de incendios, pérdidas de cultivos y afectación en la generación hidroeléctrica.
Si bien estos fenómenos están asociados con el fenómeno ENSO- El Niño, se ha evidenciado el aumento de los eventos extremos, no sólo durante la ocurrencia de este fenómeno sino en años neutros. Durante la Niña del 2010-2011 se registraron incrementos en la lluvia que llevaron a la declaración de emergencia a nivel nacional por los desastres a nivel nacional; mientras que en el Niño 2015-2016 la reducción en las lluvias generó niveles de alerta en todos los sectores productivos. Actualmente, se tiene un incremento de las lluvias que ha provocado desastres en diferntes ciudades entre ellas Manizales; el día 18 de abril se registraron 156 mm en 5 horas, intensidad nunca antes registrada en la ciudad, donde el promedio anual asciende a 2000 mm. El día 19 de abril se registraron 90 mm en sólo 4 horas y se esperan lluvias de gran intensidad para los siguientes dos días. Si bien, la ciudad es una de las más preparadas en materia de riesgo a nivel nacional, las condiciones de los suelos con origen en cenizas volcánicas y sus fuertes pendientes aumentan la vulnerabilidad. Lamentablemente, las mayores afectaciones se dan en las poblaciones más vulnerables que hacen que se configuren los riesgos de desastres.
Es importante destacar el trabajo organizado y la planeación para atender la emergencia en Manizales, producto de un sistema de gestión de riesgos maduro; no obstante es necesario seguir avanzado en los sistemas de alerta temprana.